viernes, enero 23

bleeding


Que alguien me ayude, que creo que he desaprendido a amar. Cómo algo que antes hacía crecer flores en mi interior, ahora me llena la mente de negro. Podía sentir los latidos de mi corazón a través de cualquier zona de mi piel, al compás del mundo, acelerando el ritmo con un brío infernal. Tantas caídas. Tantas caídas. Que a la tercera vez de encontrarse mis rodillas y el suelo, el odio desintegró el jardín que había en mi interior. Quiero tu mirada celeste en mi mano, tu nombre en mi pared, y tus palabras tatuadas en los párpados. Pero resulta que la devoción ya no fluye por mis venas. Vive un desierto vacío y áspero dónde antes habitabas. Y te miro, y me retuerzo las ganas de sonreír. Supongo que si alguna vez te hubiese tendido un cuchillo, yo lo habría sostenido por la parte cortante. Ahora estoy un poco más que segura que no volveré a sangrar por ti. Y te miro, y meneo la cabeza. Qué ha pasado con aquello que consideraba un tesoro. Está desperdigado en los lugares en los que sonreíamos con amargura y el viento nos alborotaba el pelo, como queriendo decir que una tormenta acechaba. Quién hubiese dicho, que la tormenta la traería yo y mi amor antojadizo. Que se desvanece.
La palabra nada ronda por mi mente. No eres nada. No somos nada. Me solías decir que la nada, era algo que no podía definirse, ni verse. Ahora ven, asómate a mi precipicio, y comprenderás. Comprenderás lo que quise decir con "y si un día me harto". Comprenderás que el "yo siempre te perdono" es la frase más incierta que salió de mi boca. Y vendrán huracanes, y lluvia sin fin durante mucho tiempo. Tu herida dolerá, para siempre. Pero te puedo asegurar que cada día que pasaba, hacías la mía más profunda.



2 comentarios :

Amor animi arbitrio samitur non ponitur.