viernes, noviembre 22

Be my mirror, my sword, my shield.

Si pensamos en la vida de un pez, nos parecería aburrida. Nadan de un lado a otro, su objetivo en la vida es alimentarse y permanecer a salvo, lejos de depredadores. Incluso estúpida. Pero si lo analizamos más detenidamente y la comparamos con la de los humanos, nos damos cuenta de más cosas. El ser humano vive en constante preocupación y sufrimiento, e intenta ser perfeccionista hasta niveles inimaginables. Y nunca alcanzamos la felicidad, ya que siempre ansiamos más y más, y nuestra ansia nos consume paulatinamente. Volvamos al pez. Nunca se preocupará por gustar a los demás, ni hacer todo a la perfección. Tan sólo querrá hacer sus dos metas en la vida: vivir y comer. Así, al fin y al cabo, los peces son en parte, más inteligentes y felices de lo que somos nosotros.
Estos textos se me ocurren por leer demasiados capítulos seguidos de El Principito.

2 comentarios :

  1. La verdad es que si, los peces viven sin preocupaciones, tirando pa'lante, nosotros nos complicamos. ¿Pero no son las complicaciones las que hacen a esto que llamamos vida más entretenido? Buena entrada, me ha hecho pensar.
    Espero verte por mi blog, un besito :)

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    1. Tendemos siempre a complicarnos, la teoría de comportamiento del ser humano.¿Por qué? Quién sabe.
      Gracias por pasarte, me alegro que te haya gustado :)
      Claro, ahora me paso <3

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Amor animi arbitrio samitur non ponitur.