jueves, marzo 20

oblivion.


  Como una catarata, sus caminos coincidentes hacían caso a la gravedad y caían, rompiéndose en trozos que jamás podrían volver a juntarse. La unidad que formaban se quebró en dos. Una grieta con abismo de apellido crecía y cobraba vida ante sus ojos vacíos.
  Miró al reloj; sus agujas marcando un ritmo agonizante. Contando los segundos, minutos y horas. No para que algo llegase, sino para que algo terminase. Sus días (o sus vidas) estaban en un luminoso atardecer, e impacientes, ambos esperaban a que el sol se ocultase, y por fin respirar alivio. 
  Claro que, aquello era un deseo secreto, que ambos sabían que el otro tenía, y lo sabían por la sombra en sus miradas. Pero nunca habían hablado de ello. Es más, fingían que su tiempo aún corría. Que sus corazones seguían latiendo. El amor que creyeron interminable, tenía los días con/rtados. Dormía casi inerte y demacrado en lo oscuro de sus seres. Pero construyeron una fachada ante su dolor, crearon un teatro, en el que los dos actuaban sonrientes. Pero sabían que se desbordarían y morirían ahogados.



2 comentarios :

  1. Me encanta. Es arte, y el ambiente de tu blog... indescriptible.
    Me quedo por aquí,
    un beso,
    María

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    Respuestas
    1. A veces la parte más difícil de llevar un blog es responder a personas cómo tú que expresan sus buenos sentimientos, que no mereces. No sabes cómo me alegran estas cosas, muchísimas gracias <3
      Así que yo también, me quedaré en el tuyo. Besos xxx.

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Amor animi arbitrio samitur non ponitur.