Quizás vuelvas a hundirte entre tus pensamientos, tus memorias, tus defectos y manías, tus sueños sin cumplir. Querrás coger aire pero tus pulmones no te dejarán, y tus demonios te arrastrarán más y más abajo, y te ahogarás por un segundo. Aguanta la respiración. Abre los ojos. Allí, a lo lejos, hay una luz que titila, muy débil, pero existe, está ahí. Es tu salida. Debes acoplar fuerzas de donde no sabías que tenías e intentar llegar hasta allí. No va a ser fácil, no va a ser rápido, pero lo vas a conseguir, lo sé. Y nunca, nunca te des por vencido. Cobardes no son aquellos que fallan, sino aquellos que tienen tanto miedo de fallar que ni siquiera lo intentan.
Me encantó, sobre todo el final. Muy cierto.
ResponderEliminarBesos
muchas gracias por tu opinión. cosas que se me ocurren a las tres de la mañana, puede que el insomnio no sea tan malo xx :)
ResponderEliminar