martes, noviembre 8

Yesterday nothing really mattered. Today either.

Y he llegado a una conclusión. Que si nadie se fija en cómo vas, ni en cómo te peinas, ni en cómo eres... Realmente no importa ir en condiciones o cambiar cómo eres para aprentar algo. Puedes ir con ropa del emrcadillo y seguirán sin hacerte caso. ¿Tanto arreglarse? ¿Para qué? Si nadie se va a acercar a decirte: Hostia qué camiseta más chula.
Por que cuando yo era pequeña, quien tenía una camsieta del BSK era una privilegiada y se convertía en una reina cada vez que la llevaba. Y yo me conformaba con la ropita de Mayoral.
Ahora, quien tiene una camiseta del BSK, pues enhorabuena, que no es nada nuevo.
Y quien se sigue vistiendo de niña buena, pues todos se rien de ella.
A lo mejor se fijan más en ti si vas un poco más suelta de ropa.
Pero si te pasas sólo un poquito, ya te llevas el título de p*ta.
Por ejemplo, una niña que va todos los días enseñando medio sujetador para ligar.
Pero tienes que ir con una ropa decente para mantenerte en tu nivel. Aún tengo una reputación que mantener. Y si la pierdo del todo, ya podré hacer lo que me de la gana.
Mientras tanto, estaré obligada a ir cómo una Barbie fashionista.


Pd: no todos son lo que aparentan ser. Delante de ciertas personas tienen una personalidad contigo, y a solas son todo lo contrario. Bipolaridad total para mantener, pues eso, una reputación. Ya una no puede confiar en nadie. Pero seré buena y no contaré nada de lo que tú me has estado contando sobre ti... Aunque puedo hacerlo, y caerías en lo más bajo.


2 comentarios :

Amor animi arbitrio samitur non ponitur.