Nu.

Esta ha sido una de las semanas más perfectas de mi vida. Quién sabe, a lo mejor mi clase, después de todo no está tan mal... Que cuando las chonis quieren son muy buenas. Y cuando ya tienes un grupo de amigas seguro, ya te sientes... No sé, relajada. Antes estaba con esa angustia de que si pasaba algo entre nosotras... No iba saber qué hacer. Pero ya nada. Una aprende con el paso del tiempo, a amoldarse en el entorno. Aprende lo que está bien y mal para terminar de encajar. Y la cosa más importante de todas ellas es: sonreír siempre. Y si para rematar el último día quedas para almorzar con todas ellas y haciendo de rabiar a los chicos de la clase que estaban en la mesa de al lado en el Burguer King, y luego salir corriendo de ellos, pues... Termina todo bien. Soy feliz, y de verdad. Me puedo decir a mí misma: no es un farol.